No sabía ni quería saber. Despertar era difícil y mantener el suave letargo, casi imposible.
Dejó en reposo las manos y en un vuelco del corazón sintió toda la vida a renglón seguido.
No pudo evitar sentirse plena.
¡Arriba!
Arriba con su vacío entre las manos.
¿ariiba, plena y con vacío?, más usual de lo que quisiéramos. me gusta.
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Nada hay completo, ¿verdad?
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