Cruzó la calle a saltitos,
con los ojos abiertos a media sombra.
Cruzó la calle a lomos de la brisa,
con aquella delgadez de sombra y gorriones.
Cruzó la calle a ras de parachoques,
con la boca entreabierta y rumor de comisuras.
Cruzó la calle lentamente,
con los hombros despegando a mirar horizontes.
Cruzó la calle con mis ojos.
Yo ayudé con mis párpados.