Ser de ninguna parte y viajar por los libros. Ser de ninguna parte. Observar cómo todo se repite; el orden es tan exacto que te mueve a risa porque llorar ya no se quiere. Ya no se puede. Ser de muchas páginas, convivir con muchos personajes, vivir plenamente. Los amigos están en cada hoja. Los matices ya se vieron.