Mañana es tu cumpleaños. Tu cumpleaños. Estoy escuchando los conciertos para oboe de Albinoni; era lo último que escuchábamos, no querías palabras. Me lo decías: no quiero palabras. No quiero palabras. Pues nada de palabras, sé muy bien que son engañosas, como la compañía, como la amistad. Feliz cumplemuerte, mi hermana. Feliz cumplemuerte. Todo cuanto me comentabas era verdad, lo tengo grabado al estilo Villarejo. Era verdad. Descansa en paz y perdona que no te olvide, que te eche de menos, que no haya nadie, que quiera reunirme pronto contigo.